El superpeso sigue proporcionando noticias favorables para la economía mexicana. La apreciación del peso frente al dólar ha tenido un impacto positivo, permitiendo una reducción notable de la deuda externa del país. Actualmente, México exhibe finanzas saludables y ha logrado mantener uno de los niveles de endeudamiento más bajos en el ámbito global, lo cual es un indicador positivo para su estabilidad económica.

En el primer trimestre de 2024, la deuda externa de México se ubicó en 45.5% del PIB. Esta cifra es considerablemente menor en comparación con economías avanzadas como Estados Unidos, Francia, Alemania y Japón, que enfrentan niveles de endeudamiento mucho más altos. La comparación destaca la prudencia fiscal de México y su capacidad para manejar la deuda de manera efectiva, a pesar de los desafíos económicos globales.

La apreciación del peso no solo ayuda a reducir la deuda externa en términos de dólares, sino que también fortalece la confianza en la economía mexicana tanto a nivel nacional como internacional. Una moneda fuerte puede atraer inversiones extranjeras, reducir los costos de importación y mejorar la percepción de estabilidad económica del país. Esto, a su vez, puede contribuir a un círculo virtuoso de crecimiento económico sostenible.

Además, el contexto de finanzas sanas y un bajo nivel de endeudamiento proporciona al gobierno mexicano una mayor flexibilidad para implementar políticas económicas y sociales. Con una deuda manejable, el país puede destinar más recursos a áreas prioritarias como educación, salud e infraestructura, fomentando un desarrollo inclusivo y equilibrado.

En resumen, la fortaleza del superpeso y la reducción de la deuda externa son señales alentadoras para la economía de México. Estos factores no solo reflejan una gestión fiscal responsable, sino que también posicionan al país favorablemente en el escenario económico mundial, ofreciendo un panorama optimista para el futuro.