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Toyota ha decidido suspender las ventas de dos de sus modelos más exitosos, el Yaris Cross y el Yaris sedán, luego de un escándalo de seguridad que involucró a su socia Daihatsu. En abril, Daihatsu fue acusada de realizar trampas en las pruebas de choque de varios modelos, afectando a miles de consumidores y generando una crisis de confianza en la marca japonesa.

La suspensión de las ventas incluye todos los vehículos afectados por este incidente, que totalizan 88.123 unidades, y que se vieron comprometidas por la modificación incorrecta del revestimiento interior de la puerta delantera. El ex presidente global de Toyota, Akio Toyoda, emitió disculpas a los usuarios a través de un comunicado en el que detallaba la violación de procedimientos y métodos de pruebas de colisión lateral establecidos por las normativas.

La medida de suspensión no se limita a los modelos de Daihatsu, sino que afecta a otros fabricantes con los que Toyota compartió tecnología y plataformas. En consecuencia, tanto el Yaris Cross como el Yaris sedán, desarrollados sobre la plataforma surgida del acuerdo entre ambas compañías, han quedado afectados por esta decisión.

En algunos países, el Yaris Cross se comercializa con una configuración híbrida, lo que podría posicionarse como una opción más lógica y destacada en el mercado, ofreciendo al modelo de Toyota la singularidad de contar con un tren impulsor electrificado en su segmento. Este movimiento podría diferenciar al Yaris Cross de otros competidores, especialmente considerando el contexto del mercado actual y la creciente demanda de vehículos con tecnologías más sostenibles.

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