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La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha optado por no vetar la decisión de la Comisión de Comercio Internacional (ITC) de prohibir las importaciones de ciertos modelos de Apple Watch. La medida, que entró en vigor el 26 de diciembre, es el resultado de una denuncia presentada por la empresa de monitorización médica Masimo.

La orden de la ITC prohíbe las importaciones y ventas de Apple Watch que utilicen la tecnología de lectura de los niveles de oxígeno en sangre, acusada de infringir patentes de Masimo. La función de oxímetro de pulso fue incorporada por Apple en sus relojes inteligentes a partir del modelo Series 6 en 2020.

La embajadora Katherine Tai, después de cuidadosas consultas, decidió no revocar la determinación de la ITC, que ahora es definitiva. Apple tiene la opción de apelar la prohibición ante el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos.

Masimo alega que Apple contrató a sus empleados, robó su tecnología de pulsioximetría y la incorporó al Apple Watch. Un juicio sobre estas acusaciones terminó en un juicio nulo en mayo, y Apple presentó una demanda por separado contra Masimo por infracción de patentes en un tribunal federal de Delaware.

Es importante destacar que los fallos de la ITC no han sido vetados por el gobierno estadounidense desde 2013, cuando la administración de Barack Obama revocó una prohibición de importación de iPhones e iPads de Apple en una disputa de patentes con Samsung.

Apple anunció el 18 de diciembre que suspendería las ventas de los modelos afectados, Series 9 y Ultra 2, en anticipación a la prohibición.

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