En este Pueblo Mágico, en medio de un ambiente festivo, Ignacio López Rayón y Andrés Quintana Roo celebraron por primera vez el “Grito de Independencia”. Sucedió el 16 de septiembre de 1812, en El Chapitel, una casona con un único balcón con barandal de hierro. La artillería descargó sus armas; luego Rayón acudió a misa con su escolta de granaderos, para posteriormente cerrar el festejo con música.

Huichapan también es pionero de los balnearios. Ahí se edificó el primer balneario del estado: El Pathecito. Otros, entre los que se encuentran de tipo termal, salpican las cercanías del municipio y ofrecen una experiencia libre de estrés y para toda la familia. Entre los más populares se encuentra “Los Toboganes”. 

Su belleza arquitectónica evoca la riqueza de un pasado colonial: calles empedradas, plazas pintorescas y casonas con fachadas de colores brillan en todo el centro, congeladas en el tiempo. También destaca la permanencia del acueducto “El Saucillo”, construido entre 1732 y 1738; una imponente construcción de 14 arcos, 155 metros de largo y 44 de altura, considerado el más alto de Latinoamérica.

Entre otros lugares extraordinarios para visitar se encuentran: el Museo de Arqueología e Historia, el Panteón Municipal, el Parque Ecológico “Los Sabinos”, las Pinturas Rupestres, el Valle del Hualtepec, y el mítico cerro de Coatepec. 

En el aspecto gastronómico, este Pueblo Mágico ofrece Barbacoa de borrego y chivo; montalayo, estómago del cordero relleno, asado en barbacoa, condimentado y servido con salsas; chicharrones de res; menudo; carnitas; consomé; conejo; codorniz; asado de borrego, lechón o cecina; quelites; amaranto; quesos; dulces de leche, xoconostle y ate de manzana. 

Huichapan es un destino ideal para aquellos que buscan combinar la exploración cultural con la tranquilidad de la naturaleza. La suma de sus paisajes, su patrimonio, su gente, su gastronomía y sus balnearios lo convierten en un lugar ideal para recargar energías.