Tecozautla es el perfecto refugio para los amantes de la naturaleza y el bienestar, gracias a sus aguas termales y a su impresionante entorno natural. 

Su nombre proviene del náhuatl telt, que se traduce como “piedra”;  cozauqui, “cosa amarilla”, y tla, que significa “lugar de”. En conjunto, Tecozautla puede leerse como “lugar donde abunda la tierra amarilla”. Está situado en un gran valle de fértiles tierras y majestuosos nogales. Su paisaje semi-desértico, de tonos rojizos y relieves geológicos, cubren su territorio.

En este maravilloso pueblo mágico podemos encontrar artesanías hechas en Carrizo; en vara y jara; de cantera y obsidiana; tejidas con fibras semiduras, como la palma; y orfebrería en plata.

Gastronómicamente son de destacar los escamoles; los xhamues, gusanos de mezquite; los gusanos de maguey; las verdolagas, los quelites y las chalupas de pollo y papa; carnitas, barbacoa de borrego, y el platillo que más destaca por ser un ícono del municipio: el mole rojo o verde, con gallina o guajolote.

Las actividades turísticas van desde la visita a sus balnearios de aguas termales y parques acuáticos, hasta el mirador y la ruta arqueológica Pahñu. Su centro histórico y el viñedo Tierra y Almas, además del carnaval de Tecozautla -celebrado a mediados de julio-, el carnaval de Gandhó, y las Ferias de la Canasta y de la Fruta son atracciones muy recomendadas. 

Si necesitas un refugio donde el agua y la naturaleza se entrelazan en perfecta armonía, Tecozautla te recibe con los brazos abiertos, y augura una experiencia relajante y de desconexión.